En un rincón encantador de la Barbagia, entre olivos centenarios y paisajes montañosos vírgenes, se encuentra un lugar donde la hospitalidad se convierte en una experiencia refinada e inolvidable. Aquí, cada detalle cuenta historias de la tradición, el arte y la cultura sardas: los comedores están decorados con arte contemporáneo, artesanía local, tejidos hechos a mano y cerámicas únicas, transformando el espacio en una galería viva.

La luz natural se filtra a través de grandes ventanales que dan a jardines mediterráneos, mientras el aroma a madera y hierbas aromáticas te da la bienvenida. Antes o después del almuerzo, puedes explorar los talleres artesanales del lugar, donde maestros locales trabajan el cuero, los tejidos y la cerámica, ofreciendo un viaje por habilidades ancestrales y creaciones exclusivas.

En la mesa, la cocina celebra los sabores auténticos de la Barbagia con ingredientes genuinos recolectados a pocos pasos de los campos que rodean el lugar. Crujiente pane carasau, quesos artesanales, embutidos típicos y hierbas silvestres se combinan con platos tradicionales reinterpretados con elegancia, culminando en el renombrado cerdo lechal asado (porcetto), verdadero símbolo de celebración y unión.

El almuerzo va acompañado de vinos locales —intensos y con cuerpo— que realzan cada bocado y cuentan la historia de esta tierra milenaria. Una experiencia cultural y gastronómica que deleita todos los sentidos, para saborear sin prisa en una atmósfera que mezcla lujo discreto, arte y autenticidad.